24 marzo 2007

šabattum


Sábado viene del latín bíblico sabbătum, este del griego σάββατον, este del hebreo šabbāt, y este del acadio šabattum que significaba descanso.

Por lo tanto el día del descanso (el sábado) debe ser también un día para la mente, y para el ocio. Así que voy a reflexionar un poco sobre ciertas ideas que a mi parecer son paralelas.

Los que hayais leido el libro Dune de Frank Herbert publicado en 1965, ya sabreis que es una gran obra, quizá la mejor obra hasta el momento, de ciencia ficción.

En ella se relata con gran minuciosidad la descripción de un planeta desierto, cuyos habitantes exprimen cada gota de agua e intentan convertirlo en un mundo más acogedor mediante unas técnicas exhaustivas de explotación de la humedad, los ecólogos de las tierras áridas investigan una vegetación resistente que pueda poblar Dune para así realizar un cambio climático a gran escala que convierta el planeta en un sitio más habitable.

Pero es un cambio a largo plazo, cuando le preguntan al profesor Kynes sobre cuanto tardaría en producirse el cambio y cuándo se empezarían a notar los efectos, este responde a grandes rasgos que sus ojos no verán Dune poblado de vegetación, y tal vez sus nietos tampoco, pero los nietos de sus nietos tal vez podrán vivir en un mundo mejor.

Bien, con estos puntos de partida ya puedo explicar lo que quería decir en un principio. Ahora que está tan de "moda" hablar del cambio climático y del calentamiento global y ahora que han salido estudios que explican que es un cambio "progresivo, exponencial e irreversible" a la gente, y entre ellos estamos usted y yo, sólo se les ocurren ideas como apagar un día, una hora el ordenador, no coger el coche un día o usar bombillas de bajo consumo. Estas medidas no sólo no son suficientes, sino que alguna como la de apagar el ordenador una hora todos a la vez es muy contraproducente; al volver a encender todo el mundo el ordenador a la vez se crea un "pico" de consumo tan elevado que sobrepasa con creces la hora que ha permanecido apagado el equipo.

Yo creo que las medidas deberian de ser drásticas y de raiz, es una tontería que el 30% de la población no coja el coche si tenemos cerca una fábrica que libera CO2 a la atmosfera por un quintuple de ese valor, y así en todos los campos.

Ahora que ya sabemos de lo que estamos hablando, vamos a aplicarlo al ámbito postal. Los que seais carteros, pensad en cuanto pesan las jaulas de correo que a diário entran en vuestra cartería o si trabajais en un CTP ver cuántas toneladas de papel pasan a diário delante de vuestros ojos.

¿Y cuántos arboles hay que cortar para poder fabricar todo ese papel? ¿y cuántos plásticos hay en todos esos impresos? ¿cúantos litros de cloro se vierten a causa del tono tan blanco que tienen esas cartas? ¿cuanta energía hace falta para fabricar todo eso? ¿cuánto combustible hace falta para distribuir los envios? y al final ya sabemos donde van más del 80% de los envios, del buzón a la basura.

La pérdida para el planeta en recursos por todo esto es, yo diria, incalculable.

A esto me refiero, a las cosas inútiles que hacemos y que perjudican tanto y tanto al medio ambiente en el que tenemos que vivir y que podrían solucionarse si se atajan de raiz.

No quiero ser
agorero ni pelmazo con el cambio climático
, ni tampoco quiero que de la noche a la mañana se acaben con los envios de cartas y de impresos, lo que significaría la perdida de mi empleo y de tantos otros, pero sólo quiero que por un instante, quien haya podido acabar de leer esta reflexión sabadera, se pare a pensar en todo esto, y que a su vez piense en todo lo que hace que el cambio climático sea una cruda realidad con la que vamos a tener que convivir, queramos o no, el resto de nuestras vidas y la de nuestros nietos y la de los nietos de nuestros nietos.

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